La casa de Bernarda Alba

Bernardas consigue apasionarte, trasladarte a la época, emocionarte y desear más música, más zapateo, más danza... En definitiva, más interpretación pasional, verdadera y sincera. Así crea Mayte Ballesteros su propia adaptación de la obra de Lorca "La Casa de Bernarda Alba" y lo hace con una sensibilidad magistral que se siente desde el minuto uno de la obra. Brilla la escenografía formada principalmente por rejas de ventanas en movimiento. Y la iluminación, que acompaña en todo momento a las seis mujeres protagonistas, encima del escenario. Las luces nos van indicando donde sucede la escena; y la música, creada por el compositor Tuti Fernández, expresamente para esta representación, nos ayuda a entender la potente coreografía. La mayoría de clásicos resultan incontestables. Sales del teatro sobrecogido, piensas que algo se ha movido por dentro, y sientes que acabas de presenciar una obra de arte. Y la virtud no sólo reside en el escritor, sino en el buen trabajo de quienes dotan de vida lo que originalmente fueron un conjunto de palabras condenadas por la muerte al silencio. Así es Bernardas, un montaje cargado de fuerza donde la gestualidad sustituye al diálogo y la danza es la responsable de querer volver a leer esta obra maestra de la literatura. Critica: Gema Zarco. La Cerca Ocupación